jueves, 3 de febrero de 2011

Vacuna

El primero en descubrir una vacuna sintética contra la malaria fue el colombiano Manuel Elkin Patarroyo. Entre 1986 y 1988 fue creada y probada y, posteriormente, los voluntarios demostraron que la vacuna induce una fuerte respuesta inmunitaria contra la malaria, sin provocar efectos colaterales. Finalmente la vacuna demostró no tener la efectividad aspirada por el doctor Patarroyo, lo cual detuvo el proceso de fabricación. A partir de ese momento los laboratorios de Patarroyo se han dedicado a estudiar la vacuna con el objetivo de tener un 99,9 % de efectividad.
La siguiente vacuna desarrollada que inicialmente parecía prometedora como para someterse a los ensayos fue el CSP. Sin embargo, en una fase temprana se demostró una falta total de inmunidad protectora en los inoculados.
La vacuna que ha llegado más lejos en los ensayos ha sido la RTS,S/AS02A. Está siendo desarrollada por una alianza entre la PATH Malaria Vaccine Initiative, la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline y el Walter Reed Army Institute of Research. En esta vacuna, una porción de CSP ha sido fundida con un antígeno del virus de la hepatitis B y se inyecta junto con el adyuvante AS02A. En octubre de 2004, un ensayo en más de 2000 niños de Mozambique reveló que se redujo el riesgo de infección en un 30% y la gravedad de la infección en más de un 50%. Los ensayos más recientes de esta vacuna se han centrado en la seguridad y eficacia de su administración en la primera etapa de la infancia: Asi, en octubre de 2007, un ensayo sobre 214 lactantes también en Mozambique, reveló que tras tres dosis de vacuna se llegó a un 62% de reducción de infecciones sin efectos secundarios graves, salvo algo de dolor en el punto de inyección. La investigación posterior demorará el lanzamiento comercial de esta vacuna hasta alrededor de 2011.
No obstante, las vacunas para la malaria siguen en desarrollo y no hay disponible todavía una vacuna completamente eficaz.

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